Mi alma está cansada de
luchar. Ojalá todo fuera tan fácil como lo parece. Ojalá y nuestros llantos pudieran calmarse con un gran abrazo de nuestra
madre.
Ahora estoy y estaré luchando por mí misma y por todos a los que
amo, a pesar de haberlo hecho durante años.
Llegará el día en que
dejaré de soñar con cuentos de hadas y en que me dé cuenta de que nada bueno
ocurrirá. Que esta es la vida real, que no hay marcha atrás. Que no
puedo cambiar las malas cosas que hice, tan solo puedo taparlas lo
mejor que mi corazón exige.
Él estuvo ahí en uno de
mis malos momentos. Él llegó para desnudar mi alma y se marchó llevando mis trapos consigo para nunca más devolverlos. Dejó una gran huella
en mi corazón y no volveré a ver su rostro más. Él no se acordará
de mí y yo no me acordaré de que él me ha olvidado y de que ni siquiera recordará mi nombre.
Necesito creer en mí, y
en lo que puedo hacer para ser feliz. Pero es demasiado difícil cuando ni siquiera unos años han
servido para que mi mente deje de explorarlo.
O simplemente necesitaré
algunos años más para dejarlo caer. Al final encontraré la manera.
Sé que ocurrirá.
Y si no... de sueños se
vive.
Aun que me pregunto si de pesadillas se puede morir...
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