All

jueves, 7 de mayo de 2015

Ida de olla

Hoy he descubierto algo que no sabía de mí.
Algo que siempre había sabido de mí es que era muy miedosa. No, no es ese tipo de miedo a las alturas, a las arañas… no. A los sentimientos.
Soy de esas que sabe cuándo comienza a gustarle alguien, a enamorarse, lo que sea. Lo siento, pero soy incapaz de decirlo en voz alta. Y, cuando al fin lo digo, es como si me hubiera quitado un buen peso de encima. Es como volver a respirar de nuevo.
Pero, lo que yo no sabía, es que tengo el don de autoengañarme de una forma alucinante. Vale.
A ver, esto consiste en hablar conmigo misma –estoy jodidamente loca, no es necesario decirlo de nuevo–, pensar en lo bueno y en lo malo de la situación, del momento, de la relación prácticamente inexistente. Cómo vea yo en ese momento. Entonces es cuando, mi super corazón más blando que el pan Bimbo, sale a la luz y me dan ganas de lloriquear en el suelo como una cría de cinco años. Pero –aún no he terminado– no lo he hecho. He dicho “ahora vas a imaginarte en una situación idílica con x persona, y vas a pensar en lo poco que te agrada”… No sirvió de nada, pero quedé conmigo en que estoy bajo llave, y paso a otra historia nueva.
Pero…
Pero he dicho “coño, tía, vamos a escribirlo que tú si no escribes algo te mueres”, entonces he ido directa a la libreta personal, pero no la he encontrado (solo espero que los dioses del Olimpo me amen lo suficiente como para ocultarla de los ojos de mis hermanos), así que tengo un magnífico –pero cabrón– ordenador en el que escribir. Y luego volví a pensar –que a mí me da por pensar y ¡viva la Pepa, que lujo!—: ¿Y si también lo subimos al blog público que, aunque sea público, no te lee nadie? ¡Todavía mejor!
No es que me encante hacer pública mi tendencia a enamorarme de chicos que ni les voy ni les vengo, a ver, que tampoco me encanta decir que estoy más flipada que los Encarafantasmas, pero bueno, que tampoco pasa nada. Se asume y listo.

Así que esta es la viva prueba internauta que tengo de hacerme saber que necesito un psicólogo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario